Con el olor del pan recién hecho

Quiero escribir con olor a pan, pan caliente. Quiero que al juntar palabras la miga se expanda con el verbo preciso, con el sustantivo necesario y el adjetivo escaso. Quiero escribir certero, quiero llamar al pan pan y al corrupto corrupto. Quiero combatir amable a los que prostituyen las conciencias, a quienes corrompen el periodismo y lo intentan con los periodistas.  Necesito disparar contra quienes nos pretenden manipular para manipular a quienes no saben defenderse. 

Mañana les toca a los compañeros de PRISA. El ERE de Cebrián, que suyo es, no pretende lo que miente. El ERE de Cebrián es periodismo del malo, pan duro, pan mohoso. Cebrían y su consejo de administración purgan sus gestiones de casino y ahora quieren limpiarse la cara para sonreír a los accionistas y al IBEX 35. Ahora les toca a ellos. Así es la mecánica del muro, un regalo de Teo, que ahora es vuestro. La mecánica del muro:

Nos están secuestrando porque no se puede contar lo que pasa.  Y no es lo mismo el pan de Montmartre que el que se vende cerca de la Moncloa, nada que ver.  Solo me interesa el pan parisino, el comprometido, el que guarda la esencia de un oficio. Es el único pan que merece la pena. Porque es entonces, cuando el pan es pan, cuando las cosas suceden como deben.

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1 comentarios:

Pasaba por aquí dijo...



Siempre es peor que lo que parece

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